El tercer ministro escaldado en las urnas fue Mariano Fernández Bermejo, que acudió a Murcia porque en Ávila, su provincia, no tenía ninguna posibilidad.
El hecho de que Murcia ganara un escaño por el aumento del censo le hizo albergar esperanzas, pero ese escaño fue a parar al PP, que obtuvo casi el doble de escaños que el PSOE. Los socialistas bajaron 2,43 puntos.
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miércoles, 19 de marzo de 2008
El pinchazo de los ministros ZP: ni gustan ni les votaron
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