Estampas españolas

Mientras tanto, y bajo la mirada distraída del ministro del ramo, llega a dos meses la huelga de empleados de su ministerio. La cosa parece que no va con él y nadie responde por los daños causados a los ciudadanos. La reivindicación es fácil de entender: ganan menos que sus equivalentes transferidos a las comunidades autónomas. Ocurre que todos los empleados públicos en la administración central ganan menos, hasta un cuarenta por ciento en algunos casos, que sus equivalentes en las administraciones autonómica y local. Es absurdo, injustificable e injusto. Lo extraño es que no haya más empleados públicos en huelga. Más si tenemos en cuenta que, desde 1982, han perdido un cuarenta por ciento de salario real por ir siempre los salarios nominales por detrás de la inflación, no la prevista sino la real.

Luis de Velasco    http://www.estrelladigital.es